Tarta fraisier con té matcha

La tarta fraisier es una de las grandes tartas clásicas de la repostería francesa y consiste en dos capas de bizcocho genovés empapadas en licor (normalmente kirsch o aguardiente de cereza), entre las que se coloca una crema muselina y un montón de fresas frescas. Su presentación, con las fresas cortadas a la mitad y orientadas al exterior es una de sus señas de identidad.

La que os traigo hoy es una Tarta fraisier con té matcha. ¡Os sorprenderá lo bien que combina este té con las fresas! Ya lo había probado con chocolate blanco, en estas galletas, y con chocolate negro, en este bundt cake, y me había encantado. Pues bien, en esta ocasión tampoco me ha defraudado...

¡Os cuento la receta!

TARTA FRAISIER CON TÉ MATCHA

Ingredientes

Para el bizcocho:

4 huevos L

125 gr. de azúcar

125 gr. de harina

2 o 3 cucharaditas de té matcha (al gusto)

Colorante alimentario verde (opcional)

Para la crema muselina y relleno:

(de My European Cakes)

500 ml. de leche entera

4 yemas de huevos L

120 gr. de azúcar

1 cucharadita de pasta de vainilla

30 gr. de harina

30 gr. de Maizena

150 gr. de mantequilla fría

125 gr. de mantequilla a temperatura ambiente

30 ml. de Kirsch (o ron)

350 gr. de fresas

Para el almíbar:

50 gr. de agua

50 gr. de azúcar

20 gr. de Kirsch (o ron)

Elaboración

Para el bizcocho:

1. Precalentamos el horno a 180º y preparamos una bandeja de horno con papel vegetal y lo engrasamos.

2. Tamizamos juntos la harina y el té matcha. Reservamos.

3. Separamos las claras de las yemas.

4. Montamos las claras, batiendo a velocidad media/alta. Cuando comiencen a espumar, vamos añadiendo el azúcar poco a poco y batimos hasta que estén a punto de nieve. Añadimos un par de gotas de colorante alimentario (opcional).

5. En otro bol, batimos las yemas y las añadimos a las claras con movimientos envolventes. Después, añadimos poco a poco la harina y el té matcha.

6. Vertemos la mezcla en la bandeja de horno, alisando con una espátula y horneamos a altura media durante unos 9/10 minutos o hasta que al pinchar con un palillo, éste salga limpio.

7. Dejamos enfriar el bizcocho cubierto por un trapo para que no se seque.

Para la crema muselina:

1. Ponemos la leche, 60 gr. de azúcar, el kirsch y la vainilla en un cazo a fuego medio/bajo sin que llegue a hervir.

2. En un bol mezclamos las yemas con los otros 60 gr. de azúcar y cremamos con unas varillas. Incorporamos la harina y la maizena tamizadas y mezclamos con suavidad.

3. Incorporamos la mitad de la leche del cazo y mezclamos.

4. La mezcla obtenida en el paso 3 la incorporamos de nuevo al cazo que tenemos al fuego con el resto de la leche y cocemos a fuego medio hasta que espese. Después, añadimos los 150 gr. de mantequilla fría y ligamos.

5. Dejamos enfriar en un recipiente con papel film a piel (aprox. 4 horas). Después, la pasamos a un bol con los 125 gr. de mantequilla a temperatura ambiente y batimos con una batidora de varillas a velocidad media durante 8/10 minutos.

Para el almíbar:

1. Ponemos el azúcar y el agua en un cazo a fuego medio hasta que empiece a hervir y se derrita el azúcar.

2. Añadimos el kirsch o ron y retiramos del fuego.

Para el montaje y decoración:

1. Cogemos un molde redondo desmontable de 15 o 16 cm. y cortamos dos círculos de este tamaño de la plancha de bizcocho. Os recomiendo que coloquéis un papel en la base del molde y cubráis el perímetro con una tira de acetato de aprox. 7 cm. De esta forma el desmoldado será mucho más limpio.

2. En la base del molde (sobre el papel) colocamos el primer disco de bizcocho. A continuación, lo almibaramos bien con una brocha de silicona o similar. Cortamos unas cuantas fresas por la mitad y las vamos colocando por todo el contorno, con la parte interior hacia fuera. 

3. En este punto, os recomiendo que montéis una manga pastelera con la muselina y rellenéis los bordes alrededor de las fresas con la misma. Después, colocamos una capa de crema en la base de la tarta, encima las fresas cortaditas y por último rellenamos con el resto de la crema, con cuidado de que penetre bien entre las fresas. Alisamos con una espátula.

4. Para terminar, colocamos el segundo disco de bizcocho encima y lo empapamos con almíbar.

5. Para decorarla, podéis utilizar más fresas, hacer un merengue con las claras que os han sobrado de la crema y usar los recortes del bizcocho que han quedado.

¿Qué os parece? Es una tarta bastante llamativa, ¿no? Preparadla en la próxima celebración familiar y, ¡seguro que triunfáis!

¡Hasta el próximo post! Un beso,

Eva

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