El mundo de los panes siempre me ha atraído mucho, pero al final nunca me ponía a hacerlos. Espero que esta focaccia de aceitunas sea la primera incursión y que después de ella vengan muchas más recetas de masas.
Como sabéis, la focaccia es un pan plano, procedente de Italia. Es esponjoso por dentro y crujiente por fuera, con un toque de aceite de oliva y sal... Ideal para tomar sola, a modo de aperitivo, con una cervecita o una copa de vino o para acompañar una comida. Sea como sea, ¡no podéis dejar de probarla!
FOCACCIA DE ACEITUNAS
Ingredientes
- 530 gr. de harina de fuerza
- 360 gr. de agua tibia
- 10 gr. de sal
- 3 gr. de lavadura seca de panadero
- 40 gr. de aceite de oliva
- Aceitunas al gusto
- Para rematar: un poco de aceite de oliva y sal en escamas
1. Mezclamos en un bol la harina, el agua tibia, la sal y la levadura y amasamos. Si tenemos Kitchen Aid o similar, podemos hacerlo con el accesorio gancho.
2. Cuando la masa comience a estar más o menos homogénea, añadimos poco a poco el aceite hasta que esté bien integrado. En este punto, pasamos la masa a la encimera y continuamos amasando a mano, siguiendo la técnica del amasado francés durante unos 10/15 minutos hasta que quede una masa elástica y suave. Para que no se nos pegue a las manos, podemos humedecérnoslas con un poco de agua o aceite. Si preferís podéis hacer todo el amasado en el robot de cocina, pero a mí personalmente me gusta sentir la masa en las manos. Manías personales, supongo... :)
3. Formamos una bola con la masa y la ponemos en un bol cubierta por un papel film. Después, la dejamos fermentar en la nevera un mínimo 24 y un máximo de 72 horas (yo la tuve 48 horas).
4. El día que vayamos a hornearla, la sacamos de la nevera y la extendemos en una bandeja de horno (aprox. 33x23 cm) forrada con papel de horno que habremos untado con aceite previamente. La cubrimos con papel film (también con aceite) y la dejamos reposar entre 2 y 5 horas a temperatura ambiente, hasta que haya aumentado de tamaño y se observen burbujas en la superficie. El tiempo dependerá de la temperatura que tengáis en casa. Si queréis acelerar un poco el proceso, un truquito es encender el horno unos minutos a la mínima temperatura, apagarlo y después meter la masa dentro con la puerta entreabierta.
5. Echamos un chorrito de aceite de oliva, presionamos la masa con las puntas de los dedos como formando agujeritos (pero sin llegar al fondo) y colocamos las aceitunas.
6. Precalentamos el horno a 220º y horneamos 10 minutos a esa temperatura. Después bajamos a 200º y horneamos unos 25 minutos más o hasta que esté bien doradita. Si vemos que coge demasiado color, podemos ponerle un papel de aluminio por encima.
7. Nada más sacarla del horno, la pincelamos con aceite de oliva y le ponemos unas escamas de sal por encima. Dejamos que se enfríe un pelín y... ¡lista para degustar! Podemos tomarla templada o fría.
Fuente: receta original de Pimienta Dulce.
A los que no hayáis hecho nunca una focaccia, os sonará un poco freaky lo que voy a decir, pero... no sabéis qué relajante es introducir los dedos en su masa cuando ya ha fermentado y está lista para ir al horno, ¡es una gozada!
Como gozada es también saborear esta deliciosa focaccia. Las posibilidades son amplísimas, podéis hacerla de romero, de cebolla caramelizada, de tomates cherry, de queso, en fin... ¡de casi todo lo que se os ocurra!
Un beso y hasta el próximo post,
Eva
thank you for your share
ResponderEliminarhair bundles luxhairshop
Good post!
Disfrutar de una focaccia en el aperitivo es deleitar al paladar con su textura y sabor únicos. Combinada con vino, la experiencia se eleva, creando un dúo irresistible de placer gastronómico.
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