Berlinas, berlinesas o bolas de Berlín

Berlinas, berlinesas o bolas de Berlín. Las llamemos cómo las llamemos, estamos haciendo referencia a una masa dulce levada y frita, similar a los donuts pero sin agujero central, que suele ir rellena de crema pastelera, mermelada o chocolate, principalmente.

Aunque parece que su origen es alemán, es bastante común encontrarlas en muchos otros países de Europa y América.

Para elaborarlas, he utilizado la receta infalible de Sandra Mangas, de La Receta de la Felicidad, y el resultado ha sido increíble... La verdad es que tanto las recetas de su blog como las de sus libros funcionan fenomenal y eso es de agradecer... En fin, ¡que tenéis que probarlas! En casa fue un visto y no visto...

Las berlinas son los bollitos preferidos de mi maridín, así que cuando llegó su cumpleaños lo tuve claro desde el primer momento... En vez de tarta le preparé un desayuno especial a base de berlinas, con sus velitas y todo... Según vayáis leyendo la receta podréis deducir que me tuve que levantar al alba para hacerlo, jeje...

¿Las preparamos?

BERLINAS, BERLINESAS O BOLAS DE BERLÍN

Ingredientes

(Para 18 berlinas)

500 gr. de harina de fuerza

65 gr. de azúcar (más extra para rebozar)

10 gr. de sal

15 gr. de levadura fresca de panadería

4 huevos L

Ralladura de medio limón

150 ml. de agua

125 gr. de mantequilla a temperatura ambiente

Aceite de girasol para freir

Nutella, mermelada, dulce de leche o crema pastelera para rellenar

Elaboración

1. La tarde anterior ponemos en un bol la harina, el azúcar, la sal, los huevos, la ralladura de limón, la levadura y el agua. Tened cuidado de que la sal no entre en contacto directo con la levadura ya que podría estropearla. Amasamos todos los ingredientes hasta que se mezclen bien. Como la masa es muy pegajosa, os recomiendo que utilicéis un robot de cocina tipo Kitchen Aid, si tenéis, o una batidora de mano con accesorio gancho.

2. Añadimos la mantequilla poco a poco mientras seguimos amasando hasta que la masa se vuelva lisa y homogénea. Esto puede llevarnos tranquilamente unos 8-10 minutos.

3. Espolvoreamos un bol con harina, metemos nuestra masa dentro y la tapamos con un trapo. Ahora nos toca esperar a que doble su tamaño. El tiempo que tarde va a depender de muchos factores, entre ellos, la temperatura de nuestra casa, pero en unas dos horas podríamos tenerla lista.

4. A continuación, volcamos nuestra masa sobre la encimera enharinada (pero sin añadir mucha harina a la masa). Enharinamos también nuestras manos, ya que, como os comentaba, la masa es muy pegajosa, y la amasamos ligeramente. Volvemos a llevarla al bol, la tapamos con papel film o un gorro de ducha limpio que reservaremos para estos fines y la dejamos en la nevera toda la noche (mínimo 4 horas).

5. A la mañana siguiente, sacamos la masa de la nevera y la volcamos sobre la encimera enharinada. Con ayuda de una rasqueta o espátula, la dividiremos en trozos de 50 gramos (nos deberían salir unos 18) y les damos forma de bolita. Después las colocamos en una bandeja de horno con papel de hornear, dejando un par de dedos de separación entre ellas, y las aplastamos ligeramente. Tapamos con un trapo o papel film y las dejamos reposar de nuevo hasta que doblen su tamaño.

6. Ponemos abundante aceite de girasol a calentar en una sartén o cazo profundo al fuego. Es importante que las berlinas no toquen el fondo, ya que se nos podrían quemar y perder la forma. Si tenemos termómetro de cocina, vigilaremos que se mantenga a una temperatura de aprox. 170º. Comenzamos a freirlas de pocas en pocas, un par de minutos por cada lado y hasta que cojan un tono dorado oscuro. Para trasladar las berlinas de la bandeja a la sartén, para mí lo más cómodo es ayudarme con una espátula y las manos enharinadas, con cuidado de no desgasificarlos, ya que aunque tras el paso por la nevera es más manejable, sigue siendo una masa muy blandita.

7. Nada más sacarlos de la sartén, los rebozamos en azúcar y los dejamos enfriar sobre una rejilla.

8. Una vez fríos, con ayuda de una manga y una boquilla de relleno, introducimos la crema que queramos.

NOTAS

Tenemos que tener paciencia con los tiempos de levado, ya que es este proceso el que le va a dar esa gran esponjosidad a las berlinas. Por eso es importante esperar a que la masa haya crecido las proporciones que se indican en la receta.