Galletas de nuez y sirope de arce por San Valentín

Seguro que a muchos os parece que San Valentín es más un invento comercial que otra cosa, y no dudo que en parte sea así, pero... ¿sabíais cual es el origen de esta festividad? Al parecer, según una de las leyendas más aceptadas, Valentín fue un joven sacerdote romano que allá por el siglo III d.C., y a pesar de la prohibición existente al respecto, casó a un buen número de soldados con sus amadas. Cuando el emperador se enteró, ordenó su ejecución y San Valentín se convirtió así en el mártir de los enamorados.

No obstante, es cierto que, por lo menos desde que yo tengo uso de razón, las grandes superficies, restaurantes y tiendas en general, se han aprovechado bastante de esta fiesta creando todo un mundo consumista a su alrededor. Aún así, lo confieso, yo soy de las que le gusta celebrar ese día, aunque sea sólo con un pequeño detalle...

Para esta ocasión, os propongo unas galletas de nueces y sirope de arce, decoradas un poco romanticonas, pero sin pasarse. ¿Qué os parece? ¿Empezamos?

GALLETAS DE NUEZ Y SIROPE DE ARCE POR SAN VALENTÍN

INGREDIENTES:

♥ 250 gr. de mantequilla a temperatura ambiente

♥ 100 gr. de azúcar moreno

♥ 50 gr. de sirope de arce

♥ 1 huevo L
♥ 400 gr. de harina + extra para amasar

♥ 150 gr. de nueces peladas
♥ 1 pizca de sal

ELABORACIÓN:

1. Tostamos las nueces en el horno, aprox. 5 minutos a 180º o hasta que estén bien doraditas. Las picamos en la picadora hasta convertirlas casi en puré (cuando empiecen a soltar el aceitillo). En este caso, he picado mucho las nueces porque quería unas galletas lisas para decorar, pero si no es así, podéis dejar tropezones más gordos.

2. Tamizamos la harina y reservamos.

3. Batimos la mantequilla con el azúcar a velocidad media-baja. En cuanto estén bien mezclados, añadimos el huevo y batimos. Hacemos lo mismo con el sirope de arce y, posteriormente, con las nueces picadas.

4. Bajamos la velocidad al mínimo y agregamos la mitad de la harina y la sal. Cuando comience a estar integrado, añadimos el resto de la harina y seguimos batiendo hasta que la masa se apelotone alrededor de la pala, o accesorio batidor que estemos utilizando, y se despegue de las paredes del bol.

5. Volcamos nuestra masa sobre la encimera enharinada y le damos forma de bola. Dejamos que repose 15 minutos y, transcurrido ese tiempo, amasamos un rato. Si la masa sigue pegajosa, vamos añadiendo más harina hasta que no se nos pegue a las manos y esté manejable.

6. Dividimos la masa en dos partes y colocamos cada una de ellas entre dos papeles de horno. Con ayuda de un rodillo, estiramos hasta dejarla a una altura de 0,6 cm o algo más. Nos ayudará mucho tener un rodillo medidor o un par de tablillas a la medida que nos sirvan de guía con nuestro rodillo tradicional...

7. Colocamos nuestras dos porciones de masa, en sus papeles, sobre dos bandejas de horno o similar y las llevamos a la nevera por un mínimo de dos horas, aunque si os podéis planificar con antelación, os recomiendo que las dejéis toda la noche.

8. Sacamos nuestras bandejas con la masa, retiramos el papel, y cortamos las galletas con el cortador elegido. Una vez cortadas, volvemos a meterlas en la nevera 15 o 30 minutos para que recuperen el frío que han perdido. En ese tiempo, precalentamos el horno a 180º.

9. Horneamos durante aproximadamente 15 minutos para una galleta de 10 cms, si son más pequeñas reducimos un poco el tiempo, y si son más grandes, lo aumentamos en consecuencia. Lo ideal es hacerlo sobre un tapete de silicona, y si es microperforado, mejor que mejor, ya que dan un resultado buenísimo. 

10. Dejamos enfriar nuestras galletas con cuidado sobre una rejilla y, si vamos a decorarlas, esperaremos 24/48 horas. De esta forma, nos aseguramos de que la mantequilla se asiente y no se nos traspase a la glasa.

NOTAS:

♥ Con esta receta salen aproximadamente 25/30 galletas de unos 8 cms. El azúcar que llevan estas galletas está calculado teniendo en cuenta que van a ser decoradas con una buena capa de glasa. Si las vais a tomar solas, sin decorar, os recomiendo que incrementéis un poco la cantidad de azúcar.

♥ La receta de glasa que he utilizado es la de Mensaje en una galleta, hecha a base de albúmina en polvo.

♥ Estos cortadores tan ideales son de Verónica, de Con Azúcar y Algodón. Además, toda la decoración de estas galletas está (aunque a años luz de las suyas) inspirada por las técnicas y diseños que nos enseñó en el taller que dio en Noviembre en Madrid y al que tuve la suerte de poder asistir. Además de ser una artistaza como la copa de un pino, es de las personas más especiales que he conocido en este dulce mundo... Si no la conocéis y queréis alucinar con sus galletas, tenéis que pasaros por su blog, ¡os va a encantar!

Bueno, pues nada más por hoy... ¡Espero que os hayan gustado las galletitas! Y ya sabéis, si queréis probar una galleta distinta para decorar, esta puede ser una opción... Quizá sean algo más frágiles que una galleta de mantequilla tradicional, pero haciéndolas del grosor adecuado, se pueden manejar sin problemas, aunque no os las recomiendo si las vais a enviar por correo o cosas así...

¡Gracias por estar ahí!

Un beso,

P.D. Esta entrada participa en la fiesta del amor de Creative Mindly